Es fácil comprobar lo que te estoy diciendo si sólo revisas los índices de suicidio, que nunca antes en la historia han sido tan altos como ahora. Supuestamente tenemos un desarrollo tecnológico que debería asegurar mejores niveles de bienestar. Sobra decir que eso no es cierto; es cierto que tenemos más tecnología, lo que se nos pasa es que la tecnología no es lo que te hace un ser humano completo y feliz.
El problema es que esa mayor tecnología nos lleva a vivir en la cultura de los objetos en donde amamos las cosas y usamos a las personas, cuando deberíamos vivir en la cultura de los sujetos en donde las cosas están al servicio de las personas y no al revés. Al entrar en forma inconsciente en la carrera del tener y del hacer para ser es donde te empiezas a llenar de esos pendientes de vida que harán que pierdas tu vida; o sea, tu capacidad de generar bienestar y prosperidad para ti y la gente que te rodea.
El punto de partida para lograr una vida plena es que tienes que empezar a separar dos cosas que siempre creemos que son la misma cosa: "tu vida" y "tus pendientes de vida". No son la misma cosa y en esa confusión es donde nos perdemos y llegamos al panteón antes de lo que nos toca.
Tus pendientes de vida siempre están ligados al pasado o al futuro mientras que tu vida sólo se da en el aquí y el ahora. Tu vida no es afectada por el tiempo mientras que los pendientes de tu vida si. Pasado y futuro son fuentes de infelicidad porque generan emociones negativas, el pasado lleno de culpas y resentimientos por las expectativas no cumplidas y futuro lleno de frustración y ansiedad por la incertidumbre de que no tienes modo de asegurarlo.
Cuando vives en tus pendientes de vida el problema es que siempre estás estresado por el resultado que obtuviste o que obtendrás, dependiendo de si andas en tu pasado o en tu futuro. Y te estresas tanto porque sabes que el resultado obtenido o el resultado por obtener están fuera de tu control. Ante esa incapacidad de alterar el resultado se disparan todas esas emociones negativas que te tienen con gastritis, insomnios, taquicardias y otras cositas por el estilo.
Puedes pensar en tu pasado, claro, pero sin convertirlo en un pendiente de vida al pensar que tienes algo que arreglar en el presente que en su momento no hiciste; y también puedes pensar en tu futuro todo lo que quieras, sin convertirlo en un pendiente de vida al tratar de asegurar un resultado que está fuera de tus manos. Sueña con un futuro bonito y luego despreocúpate de él y vive plenamente tu presente haciendo lo necesario para conseguirlo, concentrando toda tu atención en el aquí y en el ahora para actuar adecuadamente.
Si quieres redondear estas ideas y escuchar algunas otras te recomiendo ver el video que aparece más abajo. Si tienes alguna duda o comentario me lo puedes enviar desde aquí mismo. Busca en el lado derecho de tu pantalla "Para ponerte en contacto conmigo".
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