A partir de la situación tú decides guardar la cuenta para cobrarla en el futuro. Para no olvidarla la recuerdas todos los días y no te das cuenta que se empieza a establecer en tí el hábito de pensamiento destructivo. Tampoco caes en cuenta que el resentimiento daña al que odia, no a la persona odiada y por eso empieza el proceso auto-destructivo hacia tí mismo(a), mientras que el odiado ni se da por enterado.
Si este proceso te suena familiar revisa el video que aparece abajo porque puede ayudarte a salir de esa enfermedad de odiar que literalmente mata a la persona en vida, como los que salen en la serie de "Walking dead". También lo puedes compartir con familiares o amigos que estén infectados con el mismo microbio psicológico.