En los siguientes días oiremos decenas
de veces: “y un próspero año nuevo” pero curiosamente no nos
ponemos a pensar que significa eso; y si tú esperas tener tiempos de
prosperidad primero necesitas definir que es la prosperidad para tí.
Luego podrás definir como conseguirla y podrás evaluar si tus
esfuerzos están produciendo los resultados esperados. Será
totalmente imposible que puedas encontrar algo sin definir primero
que es lo que andas buscando.
Para la mayoría de las personas
“prosperidad” suena a “poder gastar todo lo que quiera”,
suena a “poder darme todos los gustos que quiera”, suena a “no
tener que trabajar” y cosas por el estilo; sin embargo, vemos en la
vida real personas que pueden hacer esas cosas pero no son tan
felices como en teoría deberían ser. De hecho, hay algunas que
acaban suicidándose y son ricos, famosos y caritas.
Por eso me pareció interesante darle
un poquito de vueltas a este asunto de la prosperidad. Está claro
que el concepto puede significar cosas diferentes para cada quién a
la hora de llegar a los detalles; sin embargo, independientemente del
significado que tú le des, hay ciertas cosas que son comunes a todas
las personas prósperas. Sería bueno que las tengas en cuenta al
concretar el concepto de prosperidad en tu vida persona. Entre ellas
podríamos mencionar las siguientes:
Nadie puede generar tu prosperidad
porque es la consecuencia de maneras de pensar y de actuar que no son
transferibles. Ninguna persona te puede dar su disposición al cambio
o su apertura para aprender cosas nuevas, o su perseverancia o su
iniciativa personal.
Ni Dios te puede dar tu prosperidad ya
hecha. Puede poner los medios, puede darte la claridad de mente,
puede poner en tu camino las personas adecuadas pero tú tendrás que
armar el rompecabezas. Busca en tu biblia cualquiera de los milagros
que Cristo hizo y verás que sólo hacía lo que el ser humano no
podía pero el beneficiario del milagro tenia que hacer su parte
porque de lo contrario no había milagro.
No existe prosperidad sin libertad. Por
eso se habla de esa jaula de oro en donde viven algunas personas,
pero aunque sea de oro la jaula es jaula. Ser próspero implica ser
libre, no libertino. Un buen amigo define la libertad como la
capacidad de hacer lo que debes para vivir como quieres. El ser
humano sólo puede crecer y realizarse en un ambiente de libertad en
donde respeta la manera de ser de otras personas y exige respeto
hacia su propia capacidad de elegir.
Los mexicanos todavía no nos hemos
dado cuenta que somos esclavos que nos creemos libres. Somos esclavos
de muchos miedos y prejuicios de limitación y escasez que nos hacen
temerosos de la crítica y nos llevan a la codependencia
especialmente de esas personas que llamamos familia, por miedo a
asumir la responsabilidad de nuestras decisiones y actos.
Si bien vives todos los días en una
realidad física que percibes por los sentidos, también vives en las
realidades no físicas PERO TAMBIÉN REALES de tus ideas, de tus
emociones, de tus hábitos, de tu pasado, de tu relación con el
Creador, etc.
Y los sepas o no, o te parezca o no, tu
construyes tu realidad física en función de esas realidades no
físicas. Si vives en base a ideas negativas, emociones negativas,
hábitos negativos no te van a alcanzar los vivos para enterrar los
muertos de tantas broncas que tendrás, porque tu realidad física
que ves es el reflejo de lo que no ves.
Tu vida es como un banquito de 3 patas
que para poder pararse necesita las tres patas y éstas necesitan
estar del mismo tamaño. Esas 3 realidades que te menciono son igual
de importantes y si desarrollas una más que las otras el banquito se
va a caer y en tu vida no habrá prosperidad aunque tengas mucho
dinero.
Pretender tener prosperidad sin salud
es un sueño guajiro; es como tener gasolina sin tener carro. De
manera que te recomendaría cultivar buenos hábitos de alimentación,
un poquito de ejercicio, no mucha pisteada, horas de descanso y una
mentalidad positiva de si se puede, de si sirvo, de si valgo, de si
puedo, de si merezco. El día de hoy está demostrado fuera de toda
duda que tu mente y tu cuerpo están interconectados y lo que pasa en
una parte de tí afecta todo el sistema.
La prosperidad implica tener los
recursos económicos para satisfacer tus necesidades y que sobre un
poco. Para vivir libre de preocupaciones económicas no necesitas ser
millonario, pero si implica tirar el piojo y no tener problema con la
idea de la abundancia de cosas materiales en tu vida. Revisa tu
situación económica durante tu vida y si batallar por dinero es el
“modo normal de vivir” para tí entonces estás pobre porque
tienes mentalidad de pobre, no por falta de oportunidades o
capacidades.
Muchas veces vemos cosas que nos
gustaría tener o hacer y cuando preguntamos el precio lo primero que
se nos viene a la mente es “está muy caro”, que es la idea que
tu mente te da para que no sufras con tu incapacidad de comprarlo. La
realidad no es que esté caro, la realidad es que estamos piojos.
Si tú eres de los que crees que tener
dinero es malo, que el dinero echa a perder a las personas, que los
ricos no entran al cielo y cosas por el estilo creo que batallarás
para ser próspero. A veces decimos “es que el dinero no compra la
felicidad” y eso es cierto, pero es igual de cierto que si el
dinero no compra la felicidad, LA POBREZA MENOS.
Todo lo que tú necesitas para tener
una vida próspera y feliz ya existe PERO LO TIENEN OTRAS PERSONAS, y
necesitarás convencerlas de que las compartan contigo. Por eso
necesitas desarrollar tus habilidades para socializar y necesitas
elegir muy bien a las personas que intervendrán en tu vida, ya que
ellas son el medio a través del cual llegará tu prosperidad. Si no
eres cuidadoso(a) a través de ellas llegará tu miseria.
Si te rodeas de personas que ahora
llaman “tóxicas” que restan en lugar de sumar, tu vida será un
infierno, especialmente cuando por ingenuidad no te das cuenta o
quieres ignorar el hecho de que muchos de tu familia caen en esa
categoría, incluyendo personas tan cercanas como pareja, hijos, y
hermanos.
Ya hace 2000 años Cristo enseñaba:
“cuídense de los lobos disfrazados de ovejas” y si te pones
entre las patas de los caballos te van a pisar. Actualmente vivimos
con valores totalmente individualistas en donde las relaciones
funcionan en base a la ley del embudo: “lo ancho para acá y lo
picudo para allá”. Así que selecciona bien con quien te juntas y
compartes sus sueños.
Recuerda el refrán de que “cosechas
lo que siembras” o el otro de que “quien a hierro mata a hierro
muere”. Si te dedicas a lograr tu bienestar a costa de exprimir a
otros, esas leyes trabajarán en tu contra y estarás en la misma
posición de todas esas personas deshonestas que pueden tener mucho
dinero pero como no son prósperas no lo pueden disfrutar, porque
siempre se tienen que andar cuidando la espalda.
La prosperidad implica rodearte de
amigos, no de enemigos. Acuérdate de Benito Juárez que decía que el
respeto al derecho ajeno es la conservación de los dientes. Ser
próspero y chueco al mismo tiempo es como chiflar y comer pinole, no
se puede. Si se puede ser rico y tramposo al mismo tiempo, pero
próspero y tramposo no.
El tiempo es el único recurso no
renovable que tienes y tiempo que ya pasó no regresa nunca. Es
importante porque es la moneda que intercambias con la vida para que
puedas generar tu prosperidad. Si lo desperdicias en actividades
improductivas o con personas improductivas pudiéramos decir que te
quedarás sin el único dinero que la vida acepta para trabajar
contigo.
Todo lo que haces implica invertir
tiempo, y sólo tienes una cantidad limitada cada día y el tiempo
desperdiciado de hoy no te lo devolverá la vida mañana. Cada día
sólo recibes una dotación de 24 horas y no hay más. Podemos decir
que hoy es el primero de tus últimos días en este planeta, así que
más vale lo utilices sabiamente.
Independientemente de la actividad que
desarrolles las cosas se han ido complicando cada vez más y por eso
se necesita trabajar más y mejor. Si te dedicas a lo que no te gusta
lo más seguro es que no tendrás la disciplina y perseverancia para
hacer las cosas bien.
Ser próspero implica producir mejores
resultados que el promedio y para hacerlo hay que capacitarse
constantemente, hay que tener disciplina y enfocarnos en cosas
concretas bien elegidas porque el que mucho abarca poco aprieta.
Lograr ese enfoque y ese espíritu de excelencia implica hacer lo que
te gusta para que lo hagas bien. Del otro modo funcionarás al “ahí
se va” y la prosperidad te va a sacar la vuelta.
Tener una buena relación personal con
Dios, al margen de tus creencias religiosas, es indispensable ya que
de lo contrario tu proceso de toma de decisiones estará controlado
por tu ego y tu vida será todo menos próspera. Para el ego los
cambios, el aprendizaje y el cambio de mentalidad es una amenaza y
hará todo lo posible para que no cambies tu manera actual de vivir,
que tal vez no es la que quieres, pero es conocida.
Si quieres tener lo que nunca has
tenido tendrás que hacer lo que nunca has hecho, pero tu mente
subconsciente, que controla alrededor del 95% de tus decisiones, no
te permitirá accionar diferente. Solamente con ese contacto
consciente con esa Inteligencia Infinita o cómo tú le llames
tendrás la fuerza necesaria para romper el hábito de la costumbre.
Como ves para tener un próspero año
nuevo hay que aplicarse y hacer la tarea. Así que no la pienses
mucho y empieza a darle forma a todas estas cosas, porque la
prosperidad es como las mujeres bonitas: sólo se queda donde la
tratan bien. Enfócalo de esta manera:
Si tú fueras la prosperidad
¿te gustaría vivir con quien eres actualmente?