sábado, 16 de septiembre de 2017

EL SUICIDIO, FANTASMA CADA VEZ MÁS REAL

La conducta suicida no es un asunto nuevo; acompaña a la sociedad desde siempre, y ha tenido el mismo trasfondo psicológico a lo largo de los siglos. Ahora y siempre el suicidio se produce porque hay un desajuste mental muy importante en el suicida, cuyo enfoque de la vida es muy pesimista y orientado hacia el fatalismo, debido a que su “mapa mental” de la realidad, dice la PNL, es muy pobre y no le ofrece opciones de solución favorables a la situación que vive. Ese trasfondo tiene dos componentes principales:

a) La determinación del suicida para auto-castigarse por algo que hizo que considera terriblemente malo, y está convencido que el único modo de pagar la falta es quitándose la vida. Sobra decir que el hecho de que la persona se suicide no cambia el pasado, pero el suicidio lo libera de la culpa y del hecho de tener que enfrentar la desaprobación social por lo que hizo.

b) Porque el suicida ha perdido la esperanza de poder resolver sus problemas. La persona no se suicida porque tiene muchos problemas, sino porque cree que no se podrá liberar de ellos. Bajo esa perspectiva no tiene sentido luchar para mejorar su situación de vida y prefiere poner fin a lo que que cree es su irremediable situación a través del suicidio.

En ambos casos el suicida, por las vivencias que ha tenido, considera que su vida es poco valiosa. Llegar al suicidio es una decisión que involucra muchos factores de imagen personal, de vida social, de disponibilidad de oportunidades, y de atención profesional al afectado(a) que le permita conocer que si pueden existir alternativas de solución a su problema.

Quién tenga un enfoque simplista al respecto sencillamente es un ignorante en estos asuntos. Muchas veces oímos a las personas decir: “Que cobarde el Güicho, eligió el camino fácil”, “que agusto la María, se fue y dejó la víbora chillando”, “es que era un perdedor(a)”, “se lo merecía porque lo que hizo es imperdonable”, “debió de haber luchado más” y cosas similares. En esta vida las cosas no son blancas o negras, buenas o malas; en realidad, hay muchos tonos de gris. Recuerda que las cosas son del color del cristal por el que se ven. También decimos “sólo el que carga el costal sabe lo que pesa”.

Tal vez tú que estás leyendo estás líneas has contemplado el suicidio como opción; e incluso, puedes haber intentado hacerlo. Gracias a Dios el intento no funcionó porque estás leyendo este material, y puedo decirte, sin temor a equivocarme, que el suicidio es la peor opción para resolver tu problemática, cualquiera que esta sea. No me interesa que problemas tengas; puedo asegurarte algo: no es un problema nuevo que nadie haya tenido nunca.

Tus problemas pueden ser nuevos para tí, pero discúlpame que te diga que están más choteados que las galletas de animalitos. Ya otras personas los tuvieron antes y no necesitaron morirse para resolverlos. Y esto es especialmente cierto si eres una persona joven; tal vez adolescente o menor de unos 30 años, porque es en ese rango de edades en donde el suicidio está aumentando en forma alarmante.

Quiero mencionarte algunas opciones que están a tu disposición para ayudarte a tí mismo(a) o a conocidos tuyos que andan en los mismos pasos:

1.- Tener en cuenta que por tu diseño mental si tú no conoces algo PARA TÍ NO EXISTE, aunque si exista en tu realidad externa. Seguramente ya existen las soluciones a tus problemas, pero si tú no las conoces tendrás la impresión que NO EXISTEN. Y dada la confusión y el estrés mental al que estamos sometidos todos es fácil olvidar eso. Cuando aprendes algo lo que haces es poner en tu realidad interna algo que NO EXISTÍA EN TU MENTE pero que si existía en tu realidad externa. Es igual con contabilidad que con la capacidad de vivir.

2.- Recordar que la mejor forma de resolver un problema ES PREVENIRLO y no tenerlo. Por eso es importante desarrollar una mentalidad positiva y empoderarte a gracias al conocimiento, no a las buenas intenciones, 
para sentirte capaz de manejar las cosas de la vida. También podríamos decir: TEN FE EN TI Y EN TUS CAPACIDADES, sabiendo que puedes aprender cualquier cosa que te falte para ser un persona próspera y tener una vida plena.

Si eres padre o madre de familia con hijos jóvenes te menciono algo que nunca debes olvidar: SÓLO LAS PERSONAS FELICES TRANSMITEN EL DESEO DE VIVIR. Si tus hijos te ven como si te hubieran “rodado ponchado(a)” no tendrás el power para convencerlos que vale la pena vivir, porque con tu lenguaje corporal les estarás diciendo que no es cierto, y les resultará viable la opción del suicidio para no tener el sufrimiento que ven en tí.

3.- Perdónate a tí mismo(a) por los errores del pasado que seguramente cometiste por no haber podido tomar decisiones mejor que las que tomaste. El suicidio no cambia el pasado de nadie, y el error cometido ahí seguirá, contigo o sin tí. No podemos cambiar el pasado, pero si podemos cambiar el futuro siendo mejores y más capacitados en el presente. TUS ERRORES SE PUEDEN CONVERTIR EN OPORTUNIDADES cuando aprendes de ellos, y aplicas la experiencia en tu presente para construir un mejor futuro.

4.- Busca resolver tus problemas en lugar de tolerarlos. Aquí en Sonora decimos que vivimos “pateando el bote para adelante”; o sea, nos llevamos nuestros problemas al futuro por no resoverlos en el presente, y esto funciona como los pronósticos deportivos: MÁS LO QUE SE ACUMULE. Vives en un mundo de cambios y todos los días traen sus propias situaciones, y eso hace que se te vayan acumulando como bola de nieve, hasta que “se te hace muy gorda la Tía Antonia” y acaba por apachurrarte.

5.- BUSCA INFORMACIÓN, PREGUNTA, APRENDE, APRENDE, APRENDE. Aprender te permite tener opciones que ya existen pero que tú no conoces. Las palabras más peligrosas para cualquier persona que quiere tener una vida bonita son dos: “YA SE”. Si las personas supieran tanto como creen no andarían en las broncas que andan; recuerda el refrán que dice “que la apatía y la indiferencia caminan tan despacito que la pobreza siempre las alcanza”. Para que la vida bonita se interese en tí TÚ TE TIENES QUE INTERESAR EN ELLA PRIMERO. Ideas como “más vale malo conocido que bueno por conocer”, “ya para qué”, “perdí los mejores años de mi vida” literalmente equivalen a que TE SUICIDES despacito como miembro honorario del Club de la Lágrima Perpetua y el Sufrimiento Agudo.

La única solución que no existe es la que no se busca, así que muévete y deja de resignarte a una vida que no mereces. Si batallas con estas cosas busca en el lado derecho de tu pantalla la sección “Para ponerte en contacto conmigo” y desde ahí me puedes mandar tu comentario.


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