jueves, 9 de marzo de 2017

PERDONA Y LIBÉRATE DE LA CARGA DEL PASADO

A veces las personas comentamos: “Es que siento una carga muy pesada en los hombros” y no saben de dónde viene ese “peso”. Te aviso que ese es el peso de experiencias de tu pasado que traes cargando, y que definitivamente hacen que tu caminar por la vida sea muy doloroso y difícil. Y lo traes cargando porque a través de tu atención constante en esos asuntos pudiéramos decir que no los dejas ir; los sigues reviviendo en tu presente aunque realmente ocurrieron en tu pasado.

A eso se refería Cristo cuando le decía a sus apóstoles que  viajaran ligeros. No se refería a la mochila; se refería ligeros de apegos, de viejos modos que hacen difícil el caminar en tiempos de cambio, de recuerdos del pasado y cosas por el estilo. Si te sientes muy cargado(a) checa que cosas que no te sirven sigues cargando todavía. Y claro está, no son cosas físicas; son hábitos de pensamiento, emociones y hábitos de comportamiento que ya no te funcionan.

Dentro de esas cargas sin lugar a dudas las más pesadas son los sentimientos de culpa y los resentimientos. Ambas cosas tienen que ver con el odio que sientes hacia ti mismo(a) o hacia otras personas por cosas que sucedieron en el pasado. Estás usando tu pecho como bodega para guardar esa basura, y como el pecho no se hizo para ser bodega te levanta presión y de esa presión empiezan a surgir toda una colección de enfermedades físicas y psicológicas, especialmente estados depresivos que no se le desean a nadie.

Pudiéramos decir que estás guardando una bola de facturas incobrables que quieres cobrar y por eso no las tiras. Todos los días te acuerdas de esas situaciones desagradables y dolorosas porque así es como mantienes la factura a la vista. El único problema es que cuando recuerdas o revives las situaciones resientes todas las emociones negativas que sentiste cuando sucedieron.

Se te está pasando un pequeño detalle. Las cosas del pasado ya no se pueden cambiar y en el afán de mantener la factura vigente ESTÁS ECHANDO A PERDER TU PRESENTE, que pudiera ser bonito. La situación pudo haber pasado hace 20 años, y pasó una vez o solamente algunas ocasiones; sin embargo has sentido el peso de la situación miles de veces porque tus culpas o resentimientos son del día de hoy Y LOS ESTÁS PRODUCIENDO TÚ, no las situaciones de hace 20 años, porque esas emociones las generas cuando te acuerdas. Tus emociones siempre son frescas del día, no vienen del pasado, porque las generas en el momento en que recuerdas las situaciones.

Si quieres terminar con ese peso la solución es eso que llaman “perdonar”; sin embargo, esa palabra está muy mal entendida en nuestra cultura y normalmente la entendemos como repetir en el presente las mismas tarugadas del pasado. Perdonar no tiene nada que ver con repetir patrones de comportamiento que te dañaron en el pasado, perdón, pero eso es pendejez. Mucho menos tiene que ver con la frase mal interpretada de Cristo de “cuando te peguen en una mejilla pon la otra”.

Perdonar es una técnica psicológica que tú aplicas en ti, y sirve para recuperar tu paz interior y tirar el costal que mencionamos antes. No tiene nada que ver con tu pasado y tiene todo que ver con tu presente. Tampoco tiene nada que ver con las personas que te dañaron, que incluso ya pueden haber fallecido y tú las sigues manteniendo vivas en tu memoria.

Perdonar significa aprender a evitar que en tu presente, que puede estar bastante bien, se generen emociones negativas por situaciones de tu pasado que echan a perder ese presente que hoy no tiene los problemas del pasado. Perdonar es una forma selectiva de recordar partiendo de la base de lo que decía una viejita sabia: antes como antes y ahora como ahora.

Necesitas caer en cuenta que esa división que hacemos entre pasado, presente y futuro existe sólo en nuestra mente en donde existe el concepto de tiempo, que no existe en tu realidad diaria. Tú solamente vives en el aquí y en el ahora, todo lo que pasa en tu vida sólo pasa en el aquí en el ahora. Eso que tu llamas pasado en su momento fue “aquí y ahora” y hoy en día sólo existe en tu mente. Tu vida sólo transcurre en el presente y siempre será así aunque no estés de acuerdo.

Tu pasado no tiene realidad en tu presente porque es un concepto mental que no se encuentra en tu realidad física actual. Tal vez te suene bien mariguano eso, pero estoy diciendo la puritita verdad y vale la pena que te des cuenta de eso porque será sólo entonces que podrás empezar a tirar el costal. Mientras sigas creyendo que tu pasado sigue siendo real seguirás creando el engaño que te está reventando el día de hoy. Así no va el negocio

Cuando te odias a ti o a otras personas se te están haciendo bolas el pasado que tu mantienes vivo en tu memoria con la realidad presente. Necesitas caer en cuenta que estás mezclando la gimnasia con la magnesia. Sigues viendo en el presente las cosas como fueron en el pasado Y YA NO SON COMO ERAN ENTONCES. Consideras natural ver el pasado como parte del presente y ni al caso, la estás regando machin y eso hace tu vida guinienta. Cuando aprendas a ver tu mundo presente sin mezclarle el pasado entonces empezarás a mejorar y las cosas se verán mucho más parecidas a como son en realidad.

Seguramente has oído eso de que “el tiempo todo lo cura”, pero en realidad es exactamente al revés, porque en lugar de liberarte te tiene preso en una bola de recuerdos que tú mantienes vivos en tu mente por la costumbre de creer que necesitas un pasado para vivir en tu presente. Eso es totalmente falso, y de esa ilusión estúpida es que surge tu sufrimiento, te guste o no. Recuerda que las leyes universales se cumplen contigo, sin ti o a pesar de ti.

Si quieres aprender a perdonar para hacerte un favor a ti mismo(a) porque crees merecer una vida bonita puedes reflexionar sobre las siguientes cosas:

  • Entender que tú les das vida a tus emociones negativas. No pueden existir a menos que les des vida a través de tus ideas. Ideas guinientas producen emociones guinietas; ideas bonitas producen emociones bonitas, porque las emociones son la reacción de tu cuerpo a lo que estás pensando.
  •   Entender que el odio te daña a ti y no al odiado.
  •   Tener conciencia de que nadie, excepto tú mismo(a) te puede quitar el derecho a estar bien. Si eres sufridor(a) profesional de la lágrima perpetua y el sufrimiento agudo tu solo(a) te estás haciendo la vida miserable, y lo peor es que eso no te sirve para nada ni a ti ni a quienes te rodean.
  •   Recordar que tú y todas las personas somos diferentes todos los días, y que por eso no puedes comparar tu pasado con tu presente
  •   No nacemos enseñados y por eso cometemos errores.
  •   Entender que los resentimientos no cambian el pasado, sólo arruinan tu presente, y en consecuencia tu futuro.
  •   Debes recordar también las veces que tú has dañado a otros para que no seas tan duro en el juzgar a los que te dañaron
  •   Vive en el presente visualizando las cosas como quieres que sean en el futuro, no como fueron en tu pasado

Si tú pretendes vivir diferente necesitas cambiar tu manera de vivir porque si sigues haciendo lo mismo de siempre seguirás teniendo los mismos resultados de siempre, y ese costal que sientes en los hombros, que es más fiel que el hambre, ahí seguirá estorbándote para evitar que tengas una vida plena. Date cuenta que te serviría mucho renunciar al "Club de la Lágrima Perpetua y la Santa Rodilla Sangrante", porque es un club de loosers, ni en el Facebook los quieren...


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